Breve história de las lentes intraoculares
Como bién sabeis, las lentes intraoculares son dispositivos médicos que se implantan en el ojo para corregir la visión de personas con cataratas, miopía, hipermetropía y astigmatismo. Aunque su uso se ha popularizado en las últimas décadas, la historia de las lentes intraoculares se remonta a más de un siglo atrás.
En 1887, el oftalmólogo francés Louis de Wecker describió por primera vez la posibilidad de implantar una lente dentro del ojo para corregir la visión. En aquel entonces, la idea parecía demasiado arriesgada y experimental, por lo que no fue hasta la década de 1940 cuando se comenzaron a realizar los primeros implantes de lentes intraoculares.
Sin embargo, estas primeras lentes intraoculares presentaban ciertos problemas, como la opacificación posterior de la cápsula que rodea la lente y la imposibilidad de reemplazarlas si se dañaban o se desplazaban. A mediados de la década de 1960, el oftalmólogo británico Harold Ridley desarrolló una lente intraocular de acrílico que resolvía estos problemas y se convirtió en la primera lente intraocular moderna.
La lente intraocular de Ridley se implantó por primera vez en un paciente en 1949, pero su uso no se extendió hasta la década de 1970. En esta época, la técnica de facoemulsificación, que permite la eliminación de la catarata y la inserción de la lente intraocular a través de una pequeña incisión, se desarrolló y perfeccionó.
A partir de los años 80, se comenzaron a diseñar y fabricar lentes intraoculares más avanzadas, como las lentes multifocales, que permiten corregir la visión de lejos y de cerca, y las lentes tóricas, que corrigen el astigmatismo. Estas lentes son más precisas y permiten una recuperación más rápida y cómoda para los pacientes.
En la actualidad, las lentes intraoculares son la opción de tratamiento más común para la mayoría de los pacientes con cataratas y otros trastornos refractivos. Los avances en tecnología y diseño han permitido la creación de lentes cada vez más sofisticadas, que permiten una corrección más precisa de la visión y una recuperación más rápida y cómoda para los pacientes.
En conclusión, la historia de las lentes intraoculares es una muestra de cómo la investigación y la innovación médica pueden mejorar la calidad de vida de las personas. Desde las primeras ideas de Wecker hasta las lentes multifocales y tóricas de hoy en día, las lentes intraoculares han recorrido un largo camino para convertirse en una de las técnicas de tratamiento más efectivas y seguras en oftalmología.

La anecdota de Ridley y la 2a Guerra Mundial
Durante la Segunda Guerra Mundial, el oftalmólogo británico Harold Ridley estaba tratando a pilotos de la Real Fuerza Aérea que sufrían lesiones oculares debido a la metralla de las bombas. Ridley observó que algunos de los pacientes tenían fragmentos de plástico en sus ojos que no causaban reacciones adversas. Esto le llevó a pensar que un material similar podría utilizarse para fabricar una lente intraocular.
A pesar de que la mayoría de los cirujanos de la época estaban en contra de la idea de implantar una lente dentro del ojo, Ridley estaba convencido de que era posible y comenzó a experimentar con diferentes materiales. Finalmente, en 1949, diseñó la primera lente intraocular de acrílico, que se implantó con éxito en un paciente. En 1986 fue elegido miembro de la Royal Society of London como premio a toda un carrera al servicio de la oftalmología.
La idea de Ridley fue revolucionaria en su momento y, aunque se encontró con la oposición de muchos cirujanos, finalmente su técnica se convirtió en la norma para el tratamiento de la catarata. Hoy en día, millones de personas en todo el mundo se benefician de las lentes intraoculares de acrílico, y la técnica ha evolucionado aún más con la introducción de lentes multifocales y tóricas.
La historia de Harold Ridley y su descubrimiento es un ejemplo de cómo un problema médico puede llevar a una innovación revolucionaria. La observación de Ridley de la resistencia del plástico en el ojo de un piloto herido abrió una nueva era en el tratamiento de la catarata y cambió la vida de millones de personas en todo el mundo. Sir Nicholas Harold Lloyd Ridley fue nombrado Caballero del Imperio Británico por la Reina Isabel II de Inglaterra el 19 de febrero de 2000 como reconocimiento y premio a su carrera científica. Falleció el 25 de mayo de 2001 a los 94 años de edad.
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